viernes, 4 de octubre de 2013

La Psicología en el siglo XIX

Los progresos habidos en la fisiología, específicamente dentro del estudio de la actividad nerviosa, las sensaciones y por supuesto la fisiología del cerebro, formó una base sólida para las operaciones mentales. Todo esto generó avances significativos en el siglo XIX. Estas tres áreas no se desarrollaron solo porque sí, sino que han venido de manos de pensadores y especialistas que poco a poco fueron formando, delimitando, experimentando y a final de cuentas edificando columnas importantes para la Psicología que ya estaba por venir.

El anatomista Charles Bell (1774-1842) junto al profesor de la Academia francesa Francois Magendie, ampliaron los estudios sobre la fisiología general del sistema nervioso. Los cuales a través de repetidos estudios y experimentos pudieron afirmar que las raíces posteriores de la médula espinal contiene fibras sensorias o fibras nerviosas que poseen con función específica, aparte de la conducción nerviosa que solo sigue una dirección. Luego, mas adelante la obra de Bell y Magendie fue profundizada en los trabajos de Johannes Muller (creador de la fisiología decimonónica y del “Cuaderno de la Fisiología humana”) en basé a esta creó una doctrina de las energías nerviosas especificas, describiendo las cualidades de la transmisión nerviosa, las cuales formuló en 10 leyes donde claramente establece que nuestro sistema nervioso es el intermediario entre los objetos y la mente. Convirtiéndose sus trabajos en motivadores para el estudio de la localización de las funciones cerebrales.

En esa misma línea surge Luigi Galvani (1737-1798), fisiólogo italiano estudiante de Johannes Muller y Emil Du Bois-Reymond, quien utilizó una serie de botellas que contenían cargas eléctricas (almacenadas por Gralath de Leiden) como una fuente de energía en su experimento con la pata de una rana y la estimulación de la acción refleja de la misma en la que pensó que había podido apartar la “electricidad animal”, y realmente lo logró al describir las propiedades eléctricas de los impulsos nervioso. Formándose así la base moderna de la transmisión nerviosa.

Pero esto no quedó ahí, ya que surgió la intriga de ¿a qué velocidad viajan esos impulsos nerviosos? para dar respuesta a esto, Hermann von Helmholtz (alumno por igual de Muller) había ideado un método a través del cual se pudiera medir el tiempo que se da entre la aplicación del estímulo eléctrico al nervio de la rana (el experimento de Luigi Galvani) y la flexión del músculo a consecuencia del estímulo eléctrico. Dando como resultado limites de 42.9 y 25.0 metros por segundo.

Al ver que su método había funcionado, procedió a aplicarlo a los humanos y poder medir el tiempo de reacción estimulando al paciente, en un dedo del pie y el muslo, luego calculaba las diferencias. Y fue ahí donde pudo descubrir que la velocidad de transmisión de los impulsos sensoriales es de 50 a 100 metros por segundo. Este experimento pasó a ser un modelo de lo que sería la psicología empírica.

Ya construida esta parte de los fundamentos de la psicología durante el siglo XIX, relacionado con la fisiología del sistema nervioso, surge el estudio del cerebro y en específico de su fisiología. A comienzos del siglo XIX existía una doctrina de la Frenología en la cual se establecían la interpretación dominante de las funciones del cerebro, la cual estuvo encabezada por Franz Joseph Gall (1758-1828) junto a su discípulo J.G. Spurzheim (1776-1832). Este movimiento, junto a otros fueron consecuencia de un modelo mentalista encarnada en la psicología “de las facultades” de Wolff y Kant, que tan solo buscaban encontrar el lugar de dichas facultades mentales.
Este dúo de estudiadores y especialistas (Gall y Spurzheim) habían postulado que existían 37 poderes mentales por el numero de órganos cerebrales. De esta manera crearon una pseudociencia o mejor dicho, una disciplina basada en un conjunto de prácticas y metodologías que daban a la luz la ubicación exacta de las funciones cerebrales. De esta manera sostenían que el rasgo mental que posea la persona es determinada por el tamaño del área cerebral que controla X función y que pudiera ser calculado según la zona en el cráneo.

Cabe resaltar que durante el siglo XIX hubo una gran manifestación de el desarrollo de la fisiología del cerebro cuando el neurólogo italiano Camilo Golgi (1844-1926) ganador del premio Nobel, había publicado un trabajo en el cual daba a relucir que aplicaba una sustancia llamada Nitrato de plata a las células nerviosas para poder observar con detalles la estructura de las mismas. Este hecho de aplicar sustancias para tintar y resaltar aspectos en el objeto de estudio, generó en el anatomista español Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) una nueva luz. Gracias a esto continuó la misma forma de experimentar a través de la tintura, ayudando esto a que descubriera lo que hoy conocemos como la neurona.

Como todo lo que se crea no siempre deja las expectativas totalmente satisfechas, como es el caso de los estudios de Gall y Spurzheim, Luigi Rolando (1773-1831) en su trabajo sobre las regiones del cerebro no apoyó la frenología y la sustituyó con sus pruebas, estableciendo que los hemisferios cerebrales son mediadores principales del sueño, la demencia, la melancolía, las manías y que las funciones sensoriales se localizaban en la medula oblonda. Esto fue confirmado por una autopsia realizada por el científico francés Pierre-Paul Broca, a un hombre que había sufrido afasia (lesiones cerebrales en el área que posee la capacidad de producir o comprender el lenguaje) donde encontró lesionada una parte especifica del cortex frontal (actualmente llamada a área de Broca). De esta manera, Rolando confirmó su tesis de la localización de las funciones cerebrales y el área de Broca la designó como el área del lenguaje expresivo.

Algo que realmente hay que resaltar son las metodologías precisas y las interpretaciones de Pierre Flourens (1794-1867) que refutó, con razones aceptables, la frenología acudiendo al método de extirpación (donde se extirpaba un área del cerebro de una animal vivo y luego de la recuperación se observaba qué funciones perdía y cuales recuperaba) y de esta manera suponía la existencia de seis aéreas cerebrales que posteriormente identificó, así mismo como sus respectivas funciones: Hemisferios (izquierdo y derecho),  voluntad, juicio, memoria, vista y oído; Cerebelo, encargado de la coordinación motora; Medula oblonga, media la funciones motoras y sensoriales; Cuerpos cuadragésimos, visión; Médula espinal, conducción y los Nervios, excitación.

 Las innovaciones científicas de Flourens, arrojaron datos que anticiparon el futuro de la investigación neurofisiológica y de esta misma manera, Charles Sherrington (1857-1952) finalizó los progresos de la fisiología del cerebro que cimentaron la moderna neurofisiología, electrofisiología y la histología. Además concluyó los trabajos de Muller, Bell, Magendie, Fluorens y otros más especialistas de la materia en su obra  en la que estableció las bases de neuroanatomías de la reflexología.

Sherrington resumió sus investigaciones en su clásico The Integrative Action of the Nervous System (1906), lo cual abrió camino a la Psicología Conductista del siglo XX iniciada por Pavlov y Watson. Continuando con sus experimentos, pudo establecer los fundamentos de la neurofisiología dando grandes e importantes pasos para la comprensión de las bases fisiológicas de los sucesos psicológicos; reveló la dinámica de la coordinación nerviosa de lo cual resultó el descubrimiento de la sinapsis. Al igual que Flourens, aplicó el método de extirpación en cada uno de sus estudios y posteriores obras, describiendo los reflejos complejos en cadenas sinápticas de vías convergentes.

Los trabajos de Sherrington han sido de gran importancia para la psicología contemporánea. En resumidas cuentas, su concepto de procesos inhibitorias y excitatorios tienen un lugar relevante en la comprensión de las relaciones entre el cerebro y la conducta, lo cual ha sido pilar imprescindible en la teoría del condicionamiento.

Junto al estudio de la fisiología del sistema nervioso y la fisiología del cerebro, en esta unidad además se desarrolla la Fisiología de las sensaciones y para esto surgió un movimiento que estudió las sensaciones desde la física y la anatomía, cuyas propiedades de la recepción fueron examinadas en términos de las imprescindibles propiedades físicas del estimulo. Un científico inglés llamado Thomas Young (1773-1829) buscaba entender la postura de Newton en cuanto a sus trabajos en óptica, elaborando la teoría de la visión cromática.

En sus ensayos, más adelante publicados, explicó que hay tres colores primarios (rojo, amarillo y azul) que poseen longitudes de onda especificas y que producen estímulos a diferentes aéreas de la retina. Dicha teoría fue reforzada por Helmholtz y se le fue nombrada: Teoría de Young-Helmholtz de la visión en color.

Dentro de los investigadores de la fisiología de los sentidos, podemos mencionar a Muller con su descripción de la experiencia subjetiva directa de la acción nerviosa. Pero uno de los más interesantes fue el fisiólogo checo Jan Purkinje que con sus investigaciones relacionó con la sensación, los componentes físicos y fisiológicos de la experiencia subjetiva para poder incluir la metodología. Purkinje fue fundador del primer instituto de fisiología  en Europa. En sus primeros estudios, aplicó sus experimentos a sí mismo al momento de estudiar las reacciones visuales quedando sorprendido por la relación sistemática habida entre la estructura del ojo y las conexiones nerviosas del cerebro. Estas observaciones las publicó en 1825, más bien conocidas como efecto de Purkinje, además advirtió la incapacidad que poseemos de distinguir colores de la periferia de la retina.

Siguieron los pasos de Purkinje de experimentar consigo mismos, el alemán Johann Wolfgang von Goethe. Gracias a sus estudios, Purkinje postuló una base fisiológica objetiva para los fenómenos sensoriales subjetivos, mostrando que es posible aprovecharlos para explorar tales bases objetivas. Esto daba a relucir cómo aceptaba el método de observación y descripción de uno mismo como una forma valida de investigación. Estos planteamientos metodológicos fueron reconocidos y además, acogidos e incorporados en modelos psicológicos formales.
Resulta mencionar otro movimiento precursor de la psicología moderna, me refiero al movimiento de la Psicofísica, en donde se examinaban las sensaciones desde diversos puntos de vista. Con la aparición de la psicología este movimiento adquiere mayor coherencia, operando como una transición critica entre el estudio de los componentes físicos y fisiológicos de las sensaciones junto al surgimiento de la propia Psicología.
A continuación hago mención de algunos psicofísicos que con sus estudios arrojaron luz al estudio de la fisiología sensorial, entre ellos está:

·        Ernst Heinrich Webber (1795-1878), profesor de anatomía y fisiología, calificado como psicofísico. Entre sus contribuciones vemos la investigación del sentido del tacto; el establecimiento de una orientación metodológica que pareció demostrar la posibilidad de cuantificar la operaciones mentales. En su principal obra acerca de la psicología, a la que llamó: “Del tacto: notas de anatomía y fisiología” hablaba sobre tres manifestaciones del sentido del tacto (sensaciones de temperatura, presión y ubicación) en la que establecía que la temperatura se dividía en sensaciones positivas y negativas; en cuanto a sus estudios sobre la presión, dio a conocer una nueva metodología a la que llamó umbral de dos puntos (se empleaba un compas de dos puntas para medir la sensibilidad de la piel por la distancia mínima entre ambas). 

·        Gustav Theodor Fechner (1801-1887), además de ser primer defensor de la psicofísica, se enfocó en estudiar a fondo las relaciones entre las sensaciones y las percepciones que junto con sus “Elementos de la Psicofísica” abrió caminos hacía el estudio de estas áreas, proponiendo una ciencia empírica que permitiera el aumento relativo de la estimulación sensorial, corpórea, para que así sirviera como medida de la intensidad mental de las experiencias. La mayoría de los aportes a la psicología de Fechner fueron más metodológicos, pero más adelante se reconoció la importancia  de la psicofísica de Fechner y la adoptaron para así poder definir una ciencia de la psicología.

·        Hermann von Helmholtz (1821-1894), además de ser uno de los más sobresalientes científicos del siglo XIX, realizó importantes descubrimientos en la fisiología y la física, así también como en la psicología. Además de su obra “Cuaderno de óptica fisiológica”, publicó  su obra “Sensaciones tonales (1863)” en la cual hablaba sobre su teoría de la resonancia auditiva. En esta establecía que las fibras transversales de la membrana basilar actúan como analizador tonal y responden selectivamente a las variaciones de las frecuencias.

En estas breves palabras he podido resumir la lista de los principales psicofísicos, los cuales con distintos puntos de vista, revelan orientaciones muy distintas una de la otra.

Como bien se establece, ciencias como la física, fisiología y química junto a la psicología empírica, se encargaron de dar una respuesta fiable a los temas complicados de la vida sin necesidad de recurrir a lo divino. El aporte de Darwin con su publicación “El origen de las especies” aportó pruebas convincentes para las investigaciones posteriores. También puedo mencionar la Teoría de la evolución natural de Darwin, donde propuso que la variación de las especies es resultado de la casualidad. Lo único que le faltaba era índole exacta de la transmisión hereditaria, la cual no pudo descubrir. Esta teoría de Darwin fue completada más adelante pro Gregor Mendel, quien fundó en estudio de la genética.

En las dos obras posteriores de Darwin (“El origen del hombre” y “La Expresión de las emociones en el hombre y animales”) poseían las implicaciones para la psicología de la evolución por selección natural, señalando que la diferencia entre los seres humanos y los primates superiores era solo de grado.

Además de Darwin y sus seguidores, surgen Herbert Spencer que con sus obras destacó que las relaciones entre los sentimientos están basadas en el principio asociativo de la semejanza. Esto le llevo a postular que las repetidas asociaciones son transmitidas por herencia, acuñando la expresión “sobrevivencia del más apto”.
Por igual surge Francis Galton, quien fue la última figura inglesa en tratar  la teoría evolucionista. Centró sus estudios en la evolución humana y la herencia de rasgos específicos en su obra “Genio hereditario” y en su obra “Investigación de las facultades humanas y su desarrollo” donde argumentaba los beneficios de lograr el progreso de la humanidad usando la teoría de la evolución en lugar de lo religioso.
Galton al dedicar la mayoría de su tiempo a la investigación psicológica, fue catalogado por muchos como el fundador de la psicología experimental en Inglaterra ya que la psicología necesitaba figuras   visibles en el medio de la filosofía alemana. En cuanto a su estrategia metodológica, Galton acudía a los análisis estadísticos de las pruebas mentales. Pruebas que estaban destinadas a medir el desempeño en ejercicios mentales del individuo.
Al haber concebido un aparato para medir la discriminación olfativa y la percepción del espacio, Galton instaló un laboratorio que le permitió examinar a mas de 9,ooo sujetos de distintos roles intelectuales. Además de esto, pudo inaugurar un movimiento que resaltaba el valor de las pruebas  y una metodología  para definir tendencias, cobrando un fuerte impulso a comienzos del siglo XX cuando los psicólogos comenzaron a utilizar pruebas mentales a gran escala.
En conclusión, estas tres tendencias o mejor dicho, estos movimientos surgidos durante el siglo XIX fue la casa que pudo crear un ambiente intelectual que necesitaba la fundación de una nueva disciplina de la psicología, de una psicología moderna que hoy en día vemos y vivimos como futuros psicólogos.

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